Page 64 - Historias de Cronopios y Famas
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Maravillosas ocupaciones Qué maravillosa ocupac1on tomar el ómnibus,
bajarse delante del Ministerio, abrirse paso a golpes de
sobres con sellos, dejar atrás al último secretario y
entrar, firme y serio, en el gran despacho de espejos,
exactamente en el momento en que un ujier vestido de
azul entrega al Ministro una carta, y verlo abrir el sobre
con una plegadera de origen histórico, meter dos dedos
delicados y retirar la pata de araña, quedarse mirándola,
- y entonces imitar el zumbido de una mosca y ver cómo
Qué maravillosa ocupación cortarle una pata a una el Ministro palidece, quiere tirar la pata pero no puede,
está atrapado por la pata, y darle la espalda y salir, sil
araña, ponerla en un sobre, escribir Señor Ministro de
bando, anunciar en los pasillos la renuncia del Ministro,
Relaciones Exteriores, agregar la dirección, bajar a sal
tos la escalera, despachar la carta en el correo de la y saber que al día siguiente entrarán las tropas enemigas
esquina. y todo se irá al diablo y será un jueves de un mes impar
Qué maravillosa ocupación ir andando por el bule de un año bisiesto.
var Arago contando los árboles, y cada cinco castaños
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dete erse un momento sobre un solo pie y esperar que
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a gwen mire, y entonces soltar un grito seco y breve, y
gtrar como una peonza, con los brazos bien abiertos
idéntico al ave cakuy que se duele en los árboles dei
norte argentino .
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. Qu maravillosa ocupación entrar en un café y
pedtr azucar, otra vez azúcar, tres o cuatro veces azúcar
e ir formando un montón en el centro de la mesa, mien�
tras crece la ira en los mostradores y debajo de los delan
tales blancos, y exactamente en medio del montón de
azúcar escupir suavemente, y seguir el descenso del
pequeño glaciar de saliva, oír el ruido de piedras rotas
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que o acompaña y que nace en las gargantas contraídas
de cmco parroquianos y del patrón, hombre honesto
a sus horas.
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