Page 118 - Historias de Cronopios y Famas
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Viajes















                                                                               Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al
                                                                          pernoctar en una ciudad son las siguientes: Un fama va
                                                                          al hotel y averi a cautelosamente los precios, la calidad
                                                                                        gu
                                                                          de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se
                                                                          traslada a  la  comisaría  y  labra  un  acta  declarando  los
                                                                          muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario
                                                                          del contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital
                                                                          y copia las listas de los médicos de guardia y sus especia­
                                                                          lidades.
                                                                               Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen
                                                                          en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus obser­
                                                                          vaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero
                                                                          antes se  toman de las manos y danzan en ronda. Esta
                                                                          danza recibe el nombre de «Alegría de los famas».
                                                                               Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los
                                                                          hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a
                                                                          gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran pre­
                                                                          cios altísimos.  Los cronopios no  se desaniman porque
                                                                                                      1
                                                                          creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos: y
                                                                          a la hora de dormir se dicen unos a otros:  <<La hermosa
                                                                          ciudad, la hermosísima ciudad.» Y sueñan toda la noche
                                                                          que en la ciudad  hay grandes fiestas y  que ellos están


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