Page 21 - El médico a palos
P. 21

MOLIÈRE                       EL MÉDICO A PALOS
 para  encontrar  lo  que  buscáis;  tenemos  un  hombre,  el más   conforme con su capacidad; y os aviso que no lograréis dominarlo,
 maravilloso del mundo, para las enfermedades desesperadas.  que no dirá nunca que es médico, si se le antoja, como no cojáis
   cada uno un palo y le obliguéis, a fuerza de golpes, a confesaros,
 VALERIO:  finalmente, lo que os ocultará al principio. Así obramos nosotros
 -Y  dónde  podemos  verlo,  por  favor?  cuando tenemos necesidad de él.
 MARTINA:  VALERIO:
 -Lo  encontraréis  ahora  hacia  ese  lugarcillo  de  allá,   -¡Vaya una extraña locura!
 entretenido  en  cortar  leña.
   MARTINA:
 LUCAS:  -Es cierto; mas, después de eso, ya veréis cómo hace maravillas.
 -¡Un  médico  cortando  leña!
   VALERIO:
 VALERIO:  -¿Y cómo se llama?
 -¿Queréis  decir  que  se  entretiene  en  coger  plantas
 salutíferas?  MARTINA:
   -Sganarelle. Pero resulta fácil de reconocer. Es un hombre con
   una gran barba negra, que tiene un lunar y lleva un traje, amarillo
 MARTINA:  y verde.
 -No.  Es  un  hombre  extraordinario  que  se  complace  en
 eso, caprichoso, raro, desigual, y al que no tomaríais nunca por lo   LUCAS:
 que  es.  Va  vestido  de  un  modo  extravagante,  finge  a  veces   -¡Un traje amarillo y verde! ¿Es entonces médico de loros?
 ignorancia, mantiene su ciencia guardada y de nada huye tanto a
 diario como de practicar los maravillosos talentos con que el Cielo   VALERIO:
 le ha dotado para la medicina.  -Mas, ¿es cierto, realmente, que sea tan hábil como decís?
 VALERIO:  MARTINA:
 -Es  cosa  admirable  que  todos  los  grandes  hombres  tengan   -¡Cómo! Es un hombre que hace milagros. Hace seis meses hubo
 siempre  alguna  ventolera,  algún  granito  de  locura  mezclado   una mujer creída difunta por todos los demás médicos: la daban
 con  su  ciencia.  por muerta hacía ya seis horas y se disponían a enterrarla, cuando
   trajeron a la fuerza al hombre de que hablamos. La examinó y le
 MARTINA:  puso una gota de no sé qué en la boca, y en el mismo instante se
 -La  manía  de  éste  es  mayor  de  lo  que  pueden  imaginarse,   levantó ella de la cama y empezó en seguida a pasearse por su
 pues  llega,  a  veces,  hasta  querer  que  le  zurren  para  mostrarse  aposento, como si no sucediera nada.

 )10(
   16   17   18   19   20   21   22   23   24   25   26