Page 23 - El médico a palos
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MOLIÈRE EL MÉDICO A PALOS
LUCAS: LUCAS:
-¡Ah! -¡Eh, pardiez! Dejadnos hacer. Si sólo depende de zurrar,
la presa es nuestra.
VALERIO:
-Sería alguna gota de oro potable. VALERIO (A LUCAS.):
MARTINA: -Hemos tenido mucha suerte con este encuentro, y me
-Pudiera ser. No hace aún tres semanas que un niño de hace concebir, por mi arte, las mejores esperanzas del mundo.
doce años se cayó desde el campanario y se rompió la
cabeza, los brazos y las piernas contra el empedrado. No
bien hubieron traído a nuestro hombre, cuando le frotó ESCENA VI
todo el cuerpo con cierto ungüento que él sabe hacer, y el SGANARELLE, VALERIO y LUCAS
niño se puso en pie inmediatamente y corrió a jugar a las
bolas.
SGANARELLE (Cantando dentro.):
LUCAS: -¡La, la, la!
-¡Ah!
VALERIO:
VALERIO: -Oigo cantar y cortar leña a alguien.
-Ese hombre debe conocer la medicina universal.
SGANARELLE (Entrando en escena con una botella en la mano, sin ver
MARTINA: a VALERIO ni a LUCAS.):
-¿Quién lo duda? -¡La, la, la!... A fe mía, ya he trabajado bastante para beber
un trago. Tomemos aliento. (Después de haber bebido.)
LUCAS: Esta leña pesa más que cien diablos. (Canta.)
-¡Voto a bríos! Es el hombre que necesitamos. Vayamos a
buscarlo en seguida. ¡Qué dulce son,
linda botella;
VALERIO: qué dulce son
-Os damos las gracias por la satisfacción que nos dais. el de tu leve borbotón!
Cuánta envidia yo tendría
MARTINA: de ver tu panza siempre llena;
-Mas acordaos bien, al menos, de la advertencia que os he yo te pregunto, amiga buena,
hecho. «¿Por qué, al final, estás vacía?»
¡Ea, pardiez! No nos pongamos melancólicos.
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