Page 62 - Romeo y Julieta
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W!LLIAM SHAKESPEARE                                                           ROMEO Y JUL!ETA

                  ¿  Y si sus ojos pertenecieran a la noche                        Romeo: (Aparte).
                  y esas estrellas a su rostro?                                    ¿Qué hago? ¿Seguiré escuchándola sin hablarle?

                  Su rostro las apagaría con su luz
                  como el día apaga las antorchas.                                Julieta:
                  En lo alto, sus ojos trazarían una estela tan brillante          Sólo tu apellido es mi enemigo;

                  que cantarían las aves como en la aurora.                        no tú, sino tu estirpe.
                  ¡Mirad, ahora, como apoya en su mano la mejilla!                 ¿Qué es Montesco? Ni el pie, ni la mano,
                  ¿Quién pudiera ser el guante de esa mano                         ni el brazo, ni el rostro, ni parte alguna
                  para tocarla como el guante que la cubre?                        de la naturaleza humana. ¡Ponte otro nombre!
                 Julieta:  ¡Ay de mí!                                              ¿Qué contiene un nombre? La "rosa'', por ejemplo,

                 Mercucio:                                                         con cualquier otro nombre no perdería su aroma.
                  Es ella la que habla.                                            Si Romeo se llamara de otro modo
                  ¡Di algo nuevamente, luminoso ángel! Allí en lo alto             conservaría siempre sus buenas cualidades, que no dependen

                 tan maravillosa se te ve en la noche,                             de su nombre.  Reniega, Romeo, de tu nombre
                 que ante los ojos atónitos de los mortales                        que no es tu esencia, y en su lugar
                 pareces una criatura divina,                                      ¡pónme entera a mí!
                 que volara sobre las lentas nubes                                 Romeo:
                 mecida por las alas del viento.                                   Te cobro la palabra.

                 Julieta:                                                          Llámame "amado" y me habrás rebautizado.
                 ¡Ay, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo?                        Perderé para siempre el nombre de Romeo.
                 Reniega de tu padre, reniega de tu nombre.                        Julieta:

                 Y si no quieres hacerlo, júrame que me amas                       ¿Quién eres tú, que en medio de la noche oscura,
                 y yo no me tendré más por Capuleto.                                vienes a sorprender mis ocultos secretos?


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