Page 128 - Quique Hache Detective
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-Explícale, Charo -pidió León rascán
dose la cabeza.
-Sí -dije yo.
Charo estuvo de acuerdo, pero debía
mos movernos de donde estábamos. Era pro
bable que los empleados de la señora 24
Gallardo en ese momento nos estuvieran bus
cando por el barrio. Subimos los cuatro otra
vez al camión. León volvió al volante, donde E1 año 1994, Charo y su hermana
parecía feliz y orgulloso de que confiáramos Leticia cursaban el segundo medio en el liceo
en él. Decidimos subir por Vespucio hacia el Makario Cotapos, de Santa Familia. Ambas
norte, circulando alrededor de Santiago. eran buenas alumnas y su familia parecía nor
Después de un rato encontramos un mal y unida. Los padres eran profesores. Cha
Esso Market. Estacionamos el camión. Entra ro y Leticia eran mellizas y nada les faltaba en
mos y nos sentamos alrededor de una mesita la casa. Ambas crecieron muy unidas e inde
de plástico. Un empleado cabeceaba de sueño pendientes.
a esa hora. Pedimos tazas de café y té. León le Todo cambió el verano del 94. El se
agregó un completo, que se comió antes de gundo medio del liceo preparó un paseo de
que se enfriaran nuestras tazas. El cielo co fin de semana a la playa. Se alojarían en unas
menzó a cambiar de color, del negro a un ex cabañas que tenía el colegio cerca de Algarro
traño y feo color azul. Afuera, en la calle, la bo. Como había ocurrido en años anteriores,
luz del amanecer coloreaba las sombras. se contrataron los servicios de Intermar, la lí
No tenía sueño. Con todo lo ocurrido nea de buses, para trasladar al grupo a la cos
me había despejado. Sabía que la verdad esta ta. En una tarde de diciembre de ese año se
ba allí, o parte de la verdad, y eso me hacía reunieron en las puertas del liceo. Allí los es
abrir bien los ojos. Esperamos que Charo se peraba un bus color crema con una franja
acomodara y probara su taza de té y escucha azul y el nombre de Intermar con una gavio
mos lo que tenía que decir. ta dibujada sobre las letras. V i ajarían esa tarde
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