Page 92 - Alicia en el país de las maravillas
P. 92

-Esta señorita quiere conocer tu historia -le dijo el gri-
                                                                                   fo.
                                                                                       -Se la contaré -contestó la tortuga, con acento profun­
                                                                                   do y desgarrador -. Siéntense los dos y no hablen una pala­
                                                                                   bra hasta que yo haya terminado.
                                                                                      Se sentaron y guardaron silencio durante algunos minu­
                                                                                   tos.
                                                                                      "No sé cómo va a terminar,  cuando nunca  empieza",
                                                                                   pensó Alicia para sus adentros.
                                                                                      Sin embargo, esperó pacientemente.
                                                                                       -Una vez  -dijo la tort,uga falsificada, dando un gran
                                                                                   suspiro - yo fui una tortuga verdadera.
                                                                                     . Estas palabras fueron seguidas por un silencio muy gran­
                                                                                   de, roto sólo por una exclamación, como ronquido, del grifo,
                                                                                   y por el constante sollozar de la tortuga falsificada. Alicia es­
                                                                                   taba a punto de levantarse y decir:
                                                                                      "Gracias, señora, por su interesante historia".
                                                                                      Pero como pensó que algo más tenía que haber, perma­
                                                                                   neció sentada y silenciosa.
                                                                                       -Cuando éramos pequeños ... -continuó diciendo, por
                                                                                   fin, la tortuga, algo más calmada, aunque sollozando un po­
                                                                                   co de cuando en cuando -, íbamos a la escuela en el mar. La
                                                                                   maestra era una vieja tortuga. Acostumbrábamos a llamarla
                                                                                   "tortúgona".
                                                                                       -'-lYpor qué le decían así? -preguntó Alicia.
                                                                                       -Porque era nuestra profesora ... iVeo que eres bastan-
                                                                                   te torpe!
                                                                                       -Debieras sentirte avergonzada de hacer preguntas tan
                                                                                   necias -agregó el grifo.
                                                                                      Luego ambos se sentaron silenciosos y miraron a la po­
                                                                                   bre Alicia, quien deseaba que se la tragase la tierra. Final­
                                                                                   mente, el grifo dijo a la tortuga falsificada:



                                        92                                                                   93
   87   88   89   90   91   92   93   94   95   96   97