Page 96 - Alicia en el país de las maravillas
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Ambos animales se taparon la cara con las garras.                                              10
               -¿ Y cuántas horas tenías al día de lección? -preguntó
           Alicia apresurándose a cambiar de tema.                                             La cuadrilla de la langosta
               -Diez horas el primer día -contestó  la  tortuga  fal­
           sa-.  Nueve al día siguiente, y así ...
               -iQué programa de estudio tan curioso! -exclamó Ali­
           cia.
               -Es por eso que se llaman lecciones graduales -anotó
           el grifo -: iban disminuyendo de día en día.
               Esta idea resultaba nueva para Alicia, y reflexionó unos
           instantes antes de respon_dcr:
               -lQuieres decir entonces que el undécimo día era de
           vacaciones?
               -Por cierto que lo era -repuso la tortuga falsificada.             La tortuga falsificada suspiró profundamente y se pasó una
               -lY cómo se las arreglaban en el duodécimo?                        de sus aletas por los ojos. Miró a Alicia y trató de hablar, pe­
               -Ya hemos hablado bastante de lecciones -interrum-                 ro durante uno o dos minutos la ahogaban los sollozos.
           pió el grifo con tono muy decidido -. Cuéntale ahora algo de               -Igual que si tuviera un hueso atravesado en la gargan­
           juegos.                                                                ta -dijo el grifo, sacudiendo al animal y golpeándole en la
                                                                                  espalda.
                                                                                      Finalmente, la tortuga falsificada recobró la voz y conti­
                                                                                  nuó diciendo, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas:
                                                                                      -lNo has vivido mucho tiempo debajo del mar? -pre-
                                                                                  guntó a Alicia.
                                                                                      -Claro que no he vivido nunca -repuso la muchacha.
                                                                                      -Entonces no te han presentado a ninguna langosta ...
                                                                                      -U na vez probé ... -pero en el acto se interrumpió, rec-
                                                                                  tificándose -: No, nunca ...
                                                                                      -Quiere decir entonces que no tienes idea de lo mara­
                                                                                  villoso que es una cuadrilla de langostas.
                                                                                      -No, claro que no sé -respondió Alicia-. lCómo es
                                                                                  ese baile?


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