Page 89 - Alicia en el país de las maravillas
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"iQué aficionada es a encontrarle la moraleja a todo!",   -Por favor, no se moleste en repetir cada cosa con otras
 pensó Alicia.   palabras.
 -Se me ocurre que piensas por qué yo no pongo mi bra­  -No, no estoy diciendo que eso me moleste -repuso la
 zo alrededor de tu cintura -dijo la duquesa, después de una   duquesa -. iTe regalo todo lo que he dicho hasta ahora!
 pausa -. Lá razón está en que me siento muy dudosa respec­  "iQué regalos tan económicos!  -pensó Alicia-.  Me
 to al carácter de tu flamenco. lQuieres que haga la prueba?   alegro de que para el día de mi cumpleaños no me hagan ob­
 -Puede pic�rla  -contestó-prudentemente Alicia, sin  sequios así ... "
 sentir en absoluto el deseo de que ella tratara de hacer seme­  Pero claro que no se atrevió a repetir su pensamiento en
 jante cosa.   voz alta.
 -Es verdad -aprobó la duquesa-. Los flamencos pi­  -lPensando de nuevo?  -le preguntó la duquesa, vol­
 can como la mostaza. Y la moraleja de eso es: "Dime con   viendo a enterrarle en el hombro su aguda barbilla.
 quién andas y te diré quién eres".   -Tengo derecho_ a pensar  -contestó Alicia con brus­
 -Sólo que la mostaza no es un pájaro  -observó Alicia.  quedad, porque estaba empezando a sentirse un poco moles­
 -Tienes razón, como de costumbre -respondió la du-  ta.
 quesa, que parecía estar pronta a aceptar todo lo que Alicia
 dijera-. Cerca de aquí hay una gran mina de mostaza. Lamo­  -Más o menos tanto derecho como el que tienen los cer­
 raleja de esto es: "Mientras más grande sea una mina, menos   dos a volar; y la moral...
 te pertenecerá a ti sola".   Pero aquí, para gran sorpresa de Alicia, la voz de la du­
 -No sé -contestó la muchacha, que no había prestado  quesa se extinguió en medio de su palabra favorita, y el bra­
 atención a las últimas palabras -. Pero la mostaza es un ve­  zo que tenía enlazado al suyo empezó a temblar. Alicia miró
 getal: no lo parece, pero es así.   hacia arriba y vio a la reina frente a ellas, con los brazos cru­
 � Estoy muy de acuerdo contigo, y la moraleja de eso es:   zados y el ceño fruncido, anunciando tempestad.
 "Sé lo que aparentas ser". O, si quieres expresar lo mismo con   -jóué hermoso día, Majestad!  -dijo la duquesa con
 palabras más sencillas, se puede decir: "Nunca imagines que·   voz baja y débil.
 eres distinta a como apareces frente a los ojos de los demás,   -Te haré una noble advertencia  -gritó la reina, gol­
 ya que lo que fueras o hubieres sido no será nada más que lo   peando el suelo con el pie mientras hablaba-. Voy a hacer­
 que fuiste".   te desaparecer a ti O tu cabeza en un abrir y cerrar de ojos.
 -Creo que entendería mejor eso si pudiera escribirlo -  iElige cuál de las dos cosas prefieres!
 contestó muy cortésmente Alicia-. Pero no puedo seguir   La duquesa hizo su elección y desapareció en un segun­
 exactamente el significado de sus palabras.   do.
 -Eso no es nada comparado con lo que podría decir si  -Sigamos con el juego -dijo la reina .a Alicia.
 pensara un poco -declaró muy complacida la duquesa.   La muchacha estaba demasiado asustada corno para con-


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