Page 85 - Alicia en el país de las maravillas
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en ese momento, continuó -: Desearía, querida mía, que se   la sorpresa de ver que había un enorme grupo de gente que
 sacara de aquí este gato.   le rodeaba. Se oía una discusión entre el verdugo, el rey y la
 La reina sólo tenía una forma de solucionar las dificulta­  reina. Los tres hablaban al mismo tiempo, mientras que to­
 des grandes o pequeñas.   dos los demás guardaban silencio y miraban con aire bastan­
 -iCórtenle la cabeza! -ordenó, sin siquiera mirar a su  te molesto.
 alrededor.    Cuando apareció Alicia, los tres la llamaron para que re­
 -Yo mismo traeré al verdugo -contestó el rey rápida­  solviera la  cuestión,  y  repitieron los argumentos que tenía ca­
 mente, y se fue corriendo.   da  uno, pero como  todos  hablaban  al  mismo  tiempo, encontró
 Alicia pensó que sería mejor volverse e ir a ver cómo se-  muy difícil de entender lo que decían.
 .. guía la partida de j\lego. En ese momento oyó, a la distancia,   La razón del verdugo era que no se podía cortar la cabe­
 la voz de la reina que gritaba furiosamente. Ya había oído or­  za a menos que estuviera unida con el cuerpo; que él no había
 denar que tres jugadores fueran ejecutados por haber perdi­  hecho semejante cosa antes y que no pensaba hacerlo ahora
 do su turno, y a la muchacha no le gustaba en absoluto el   tampoco.
 aspecto que estaban tomando las cosas, ya que el juego esta­  El rey alegaba que a cualquier cosa que tuviera cabeza se
 ba en tal estado  de confusión,  que nunca se  podía saber   le podía cortar ésta, y que todo lo demás era una necedad.
 cuándo llegaba el tumo de nadie. Se dirigió en busca de su   La reina, por su parte, sos.tenía que si su orden no se
 mazo.     cumplía inmediatamente, haría que cortaran la cabeza de to­
 El puerco espín estaba trabado en una pelea con otro   do el mundo.
 - puerco espín, lo que le pareció a Alicia una excelente opor�  Esta última sentencia era la que había puesto a todos los
 tunidad para darle un golpe; la única dificultad estaba en que  concurrentes muy graves y ansiosos.
 su flamenco se había marchado al otro lado del jardín, donde  Alicia no pudo encontrar qué decir fuera de:
 Alicia vio que trataba en vano de volar arriba de un árbol.  ""'.  Este asunto le incumbe a la duquesa. Mejor es que lo
 Mientras la muchacha. iba en busca  de su flamenco y  consulten con ella.
 vólvía con él, la pelea había terminado y ambos puercos espi­  -Está en la cárcel -dijo la reina al verdugo-: Tráela
                                                    ··
 nes se habían perdido de vista.  aqui
 "No importa mucho -pensó Alicia  -, ya que los arcos  El verdugo partió como una flecha.
 también se han marchado de este lado del campo."  La cabeza del gato empezó a desvanecerse en ese mo­
 Apretando entonces al flamenco debajo del brazo para  mento. Cuando volvieron con la duquésa, ya había desapare­
 que no se arrancara de nuevo, fue a conversar otro  poco con  cido completamente, así es que el rey y el verdugo empezaron
 su amigo.  a correr desatinadamente de un lado a otro buscándole, mien­
 Cuando volvió a dónde estaba el gato de Cheshire, tuvo   tras que el resto de la gente fue a continuar la partida.

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