Page 87 - El vampiro vegetariano
P. 87

11                                                                 7


 --_-··:TicÍ1<:s  razon.  Dd  mi�nw  modo  que  no  k
 podcmos  negar  a  un  amigo  la  ayuda  que  nos

 pide,  tampoco  podemos  rechazar  la  ayuda  que
 nos  ofrece.  Anda,  vístete ...






        RODEARON  la tapia del cementerio hasta lle
        gar  a  un  punto  en  el  que,  oculto  por  un  ar­

        busto,  había  un  boquete  por  el  que  se  colaron
        sin  dificultad.

           Las  blancas  tumbas  y  los  monumentos  fu­
        nerarios  brillaban  bajo  la  luna  llena  como  las

        estatuas  del  sueño  de  Lucía,  y  el  silencio  era
        tan  absoluto  que  la  niña  podía  oír  el  leve  ru­

        mor  de  sus  pasos  sobre  la  tierra  batida.
           Camila  la  llevó  de la mano  hasta un  peque­

        ño  mausoleo,  ante  cuya  puerta  de  hierro  pa­
        recían  hacer  guardia  dos  ángeles  de  mármol.

        La  vampira  sacó  uná  gran  llave  de  aspecto
        muy  antiguo,  abrió  la  puerta  metálica  y  entró

        en  el  oscuro  interior,  haciéndole  a  Lucía  un
        gesto  para  que  la  siguiera.

           La  escasa  luz  que  entraba  por  la  puerta

        abierta  iluminó  un  blanco  sepulcro sobre  cu a
                                                                y
                                                                91
   82   83   84   85   86   87   88   89   90   91   92