Page 132 - El Superzorro
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                    La rata, que los estaba miran­                              que don Benito es muy exigente y no

           do desde encima del armario, seguía                                  quiere esperar ni un  minuto.  ¡Sobre
           furiosa:                                                             todo ahora que está enfadado porque
                    -¡Rateros!  ¡Rateros!  -les                                 no encuentra a ese maldito zorro!

           gritaba-.  Eso es  lo que son:  ¡unos                                        Al oír estas palabras,  los ani­
           vulgares ladrones! Y encima ¡se están                                males  se  quedaron  helados,  quietos
           bebiendo  la  sidra  y  me  van  a  dejar                            como  estatuas.  Entonces,  oyeron  el

           sin nada! -les decía mientras sorbía                                 ruido  de una  puerta  que  se  abría  y
           con una paja la sidra de una gran ja­                                unos  pasos  que  lentamente  bajaban
           rra que tenía a su lado.                                             las escaleras que conducían a la bo­

                    -¡Estás  borracha,  rata!  -le                              dega. ¡Estaban muertos de miedo!
           gritó el zorro desde abajo.
                    -¡Y tú, más! -le contestó la

           rata-.  ¡Y  además,  están  armando
           tanto ruido que se va a enterar todo

           el  mundo  de  que  están  aquí  y  nos
           van a coger a todos! Así es que ¡vá­
           yanse con viento fresco!
                    En aquel preciso momento se

           oyó  la voz  de  una  mujer que  decía
           desde arriba:

                    -¡Date prisa,  Julia!  Ya sabes
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