Page 133 - El Superzorro
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 La rata, que los estaba miran­  que don Benito es muy exigente y no

 do desde encima del armario, seguía   quiere esperar ni un  minuto.  ¡Sobre
 furiosa:     todo ahora que está enfadado porque
 -¡Rateros!  ¡Rateros!  -les   no encuentra a ese maldito zorro!

 gritaba-.  Eso es  lo que son:  ¡unos   Al oír estas palabras,  los ani­
 vulgares ladrones! Y encima ¡se están   males  se  quedaron  helados,  quietos
 bebiendo  la  sidra  y  me  van  a  dejar   como  estatuas.  Entonces,  oyeron  el

 sin nada! -les decía mientras sorbía   ruido  de una  puerta  que  se  abría  y
 con una paja la sidra de una gran ja­  unos  pasos  que  lentamente  bajaban
 rra que tenía a su lado.   las escaleras que conducían a la bo­

 -¡Estás  borracha,  rata!  -le   dega. ¡Estaban muertos de miedo!
 gritó el zorro desde abajo.
 -¡Y tú, más! -le contestó la

 rata-.  ¡Y  además,  están  armando
 tanto ruido que se va a enterar todo

 el  mundo  de  que  están  aquí  y  nos
 van a coger a todos! Así es que ¡vá­
 yanse con viento fresco!
 En aquel preciso momento se

 oyó  la voz  de  una  mujer que  decía
 desde arriba:

 -¡Date prisa,  Julia!  Ya sabes
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