Page 136 - El Superzorro
P. 136
-¡ ltpido! -gritó el zo
rro, saliendo de su pasmo-. ¡Hay
que esconderse!
Dicho y hecho. Los tres ani
males corrieron .al armario para es
conderse justamente detrás de las
garrafas de sidra. Don Zorro asomó
el hocico y pudo ver a una mujer
corpulenta que se dirigía hacia ellos
con un rodillo en la m a no. Se detu
vo frente al armario, tan cerca de
ellos que podían oírla respirar... ¡Sólo
unas garrafas de sidra se interponían
entre nuestros amigos y ella!
-¡Señá Benita! -ahuecó la
voz la criada-.. ¿Cuántas le subo es
ta vez?
-¡Sube dos o tres!... -le