Page 44 - Zana y Orejón
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-Abuelo,  no. Ella no es un re,                             Primero, el anciano abrió los ojos

           galo para usted,  ella es mi novia y                        así de grandes; luego se le juntaron



           nos  queremos casar -dijo Orejón                            en el centro de la nariz y,  al mismo
           decidido.                                                   tiempo,  comenzó  a mover sus ore,


             -¿ Se quieren sacar? -preguntó                            jas a toda  velocidad, para  adelante


           el  abuelo,  mientras  la  abuela,  que                     y  para atrás; pero  lo más impresio,




           había  escuchado  bien,  había  co,                         nante fue que  la noticia le produjo


           menzado, de puros nervios, a abrir y                        un hipo,  tan terrible, que con cada

     42    cerrar una puerta, sin poder creer lo                       "hic" saltaba él  y  también el sillón        43




          que Orejón estaba diciendo.                                  donde estaba sentado.
             -  ¡   casarnos!                                             La  abuela, que  aún tenía su taza




          -le aclaró Orejón.                                           de té de apio en sus manos,  estaba




            -... No entiendo qué se quieren                            tan nerviosa  que, en vez  de  beber,






          sacar -insistió el anciano miran,                            lo por la boca, comenzó a echárselo


          do a la abuela, como si ella pudiera                         por una de sus orejas. De pronto, los

         por  fin  aclararle lo que  Orejón le                         abuelos se quedaron mirándolos  en



         decía.                                                        silencio, como conteniendo  el aire,

            La  abuela, que  lo  había  escucha,                       sin decir nada,  hasta que ambos gri,


         do clarito, se acercó al  viejo conejo                        taron, al mismo tiempo.


         y  tomó una  de  sus orejas, repitién,                           -¡ Estás loooooco !

         dale en un  grito que se sintió hasta                            El Abuelo . de  los abuelos se  le,



         el último rincón de aquel lugar ...                           vantó de su sillón y comenzó a  dar
            -¡Se quieren casaaaar!                                     vueltas en torno a  ellos mientras




                        de                                             decía:
             le pidió       que                                           -¿No ves que hic,  que, hic, hic,


         le   lo   µabía     la                                        ella  hic, es una .hic ... ·zana ... una



                   a                                                    hic, zanahoria ...  hic, hic, hic, hic,




         llorar, se lo volvió a gritar en la otra                       hic? --señalando a Zana  que  tem,


         oreJa.                                                         blaba de miedo.
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