Page 41 - Zana y Orejón
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S qui ti me g ca que,
quieren a mí, así que .. . dando tieso en el suelo.
Zana insistió en su punto de vis, Los ojos de Zana brillaron conte,
ta, pero al fin Orejón la convenció y niendo las lágrimas.
juntos se internaron entre los arbus, Orejón la abrazó. -No te preo,
tos, entrando al lugar donde vivían cupes, el Abuelo de los abuelos
los conejos. comprenderá.
No bien habían penetrado en los En el camino hacia el lugar 39
38 matorrales cuando se encontraron vivía abuelo encontraron a otros
c;n �l primer conejo. Era un primo conejos. cam delante,
de Orejón, gordo y ronco como los con Zana tomada de la mano, mira,
conejos de montaña. Tan pronto los ba al frente y, a paso firme, avanzaba
vio le dijo, rascándose la panza: hacia el fondo de aquel lugar.
Oreja ¡Qué Todos los conejos -tíos, primos,
zanahoria más linda traes por aquí! amigos de su padre, vecinos de su
- Zana, madre- los miraban pasar, sin atre,
entonando la voz coquetamente. verse a comentar, en voz alta, lo que
El primo de Orejón se acercó a estaban viendo. En el silencio de
Zana y mientras se arreglaba sus las mirad�s parecía retumbar el pe,
largos bigotes, le preguntó: queño corazón asustado de Zana.
-¿Me dejas darte un besito ... ? Nadie saludó a Orejón. El he,
o, mejor. .. ¿te puedo dar un mor, cho que fuera junto a Zana lo había
disquito? convertido en un extraño. A me,
-¡Basta! -exclamó Orejón, dida que avanzaban, unos se iban
apartándolo de un empujón y gritán, haciendo a un lado para dejarlos
dole, como para que todo el lugar se pasar y otros les daban la espalda,
enterara-'-. ¡ Ella es mi novia y nos haciendo comentarios que no al,
vamos a casar! canzaban a escuchar. De pronto,
-¡ el uno de ellos trató de hacerle una