Page 47 - Zana y Orejón
P. 47
Ab entre gritó Zana: de
llantos, se lamentaba: aqu . .. verdura!"
í
-Qué van a decir tus tías, tus pri, No alejarse
mos, tus hermanos, mis vecinos. Si lo antes posible de aquel lugar.
tus padres vivieran, te aseguro que, Orejón caminaba mirando al
después de esta noticia, saldrían de, suelo, Zana lo seguía, tomada de
trás del zorro para que se los volviera su mano y llorando en silencio; los
a comer. ¿Cómo te atreves a hacer, demás conejos se reían de ellos, les
h
'
44 nos esto .... tú y una zana ona .... decían cosas, que mejor no repito, 45
7 T�
Orejón no podía creer lo que burlándose de su tristeza.
estaba escuchando y solo atinó a L dejaban
decir: atrás valle de los conejos. Corría
-Abuelos, yo la amo -pero los un viento helado y las copas de los
ancianos ya no escuchaban ... árboles se ·estremecían bajo una llu,
-Aquí no pueden, hic, vivir. via intensa. Más arriba, las nubes
¡Fuera! ¡Hiel hic, hic, hic, hic-les avanzaban llevando al otoño de
gritó el Abuelo de los abuelos, casi un lugar a otro, mientras ellos, allá
verde de rabia y de hipo. abajo, como dos pequeñas sombras,
Mientras abría la puerta de aquel atravesaban el campo sin saber a
lugar y les indicaba que se fueran, dónde ir.
la Abuela de las abuelas, apuntando Se detenían en cualquier lugar,
a Zana con el dedo y mirando fija, apenas descansaban, para una vez más
mente a Orejón, les dijo: retomar un viaje que parecía nunca
- rat ardilla, llegaría a su fin. En este camino en,
p zanahoria ... frentaron los riesgos y necesidades de
¡Jamás! quienes van por el mundo sin tener
Cu�ndo ya Zana y Orejón se en, dónde vivir. No fueron pocas las
caminaban hacia la salida y, como si amenazas que tuvieron que vencer,
nn fuera suficiente, la abuela también logró a