Page 28 - Zana y Orejón
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vez lo mejor era refugiarse en el fon,

                                                                      do de la tierra. Total, allá abajo hay
                                                                      piedras que parecen estrellas ...
                                                                         Pero  ahora  sabía  que  solo  pare,
                                                                      cían estrellas,  que  nunca  lograrían
                                                                      ser como las estrellas que ella había
                                                                      visto en el cielo. También bajo tie,
                                                                      rra había raíces que parecían flores,          27
               Lo que no debía pasar                                  pero  ya  había  visto  las  verdaderas

               Capítulo IV                                            flores.
                                                                         En silencio, miraba en todas direc,
                                                                      dones tratando de imaginar a dónde
                                                                      ir. Fue así que comenzó a escuchar

                                                                      el  murmullo  del  trabajo  nocturno
                                                                      de las hormigas,  el paso de la brisa
               A1   p  Z  se  sintió                                  entre  las  hojas  de  los  árboles  y  el
                                                                      interminable canto de los grillos.
             muy sola. La papa era su única ami,                         -"No estoy sola".
             ga y se había ido.                                          Y sus propias palabras retumbaron
                Sin saber por qué volvió a inter,                     en sus oídos, sintiendo un agujero






                                   e
             narse  en el bosqu . Para  Zana  todo                    en su  estómago. Claro, no estaba




             se  había  transf armado  en  algo  más                  sola, en algún lugar  de  ese bosque




             grande y vacío. No sabía a dónde ir.                     había  un  conejo  que  en  cualquier
             Dio varias vueltas,  hasta que cansa,                    momento despertaría ...
             da y perdida se encontró sentada en                         Las  sombras  del reino de  arriba


              una piedra.                                             eran distintas,  la noche le mostraba
                 B    es      enorme                                  un mundo  en  movimiento,  donde

              noche, pensaba...                                       todo se  transformaba  en  una  ame,

                -Quizás la papa tenía razón, tal                      naza .. .
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