Page 13 - De porqué a Franz le dolió el estómago
P. 13
10 11
—Si, siga —le contestó la abuela.
Franz se dio vuelta. Detrás de él estaban
Zac Zac y una señora de edad, más o
menos de la edad de su abuelita. Franz se
asustó mucho.
—¿Cómo te va, Franz? le dijo el
maestro, y tomó asiento. La señora de edad
que estaba con él también se sentó.
—¿Usted conoce a mi nieto? —le
preguntó la abuela de Franz.
—¡Soy su maestro!
—¡Ah, me alegra conocerlo, señor Zac
Zac! —le dijo la abuela.
¡Cómo podía saber la pobre abuela que
de manera terrible, y naturalmente le habló
de la escuela y del antipático Zac Zac.
Exactamente cuando Franz estaba
imitando la manera de hablar de Zac Zac,
se escuchó detrás de él una voz de hombre:
—Perdone, ¿están libres estas dos sillas?