Page 13 - ¡Ay, cuánto me quiero!
P. 13

Le contesté:   Ella  se  quedó  callada  mi­

 — ¿Qué  es  eso  de  amigo   rándome.  Después dijo:

 imaginario?    — También  sirve  para  de­

 Entonces esa niña me dijo:  fenderse  de  los  monstruos  de  la
 — Al que estás abrazando.  noche.


 Yo le expliqué:  — ¿Cuáles  monstruos  de  la
 — No  estoy  abrazando  a   noche? — le pregunté a esa niña.


 ningún  amigo  imaginario.  Me   — Los que aparecen cuando
 estoy  felicitando  a  mí  por  lo   obscurece.  A  mi  pieza van  muy

 fantástico que me quedó mi au­  seguido  y  yo  les  tengo  miedo.

 torretrato.  Despierto  con susto y mi amigo

 — ¿Y  no  tienes  un  amigo   imaginario  me defiende.

 imaginario? — me preguntó.  Me  dio  pena  que  ella  tu­

 — No — le dije yo  a esa ni­  viese que compartir su pieza con

 ña— .  ¿Para qué sirve?  los monstruos y más encima con

 — Para tener compañía.  el  famoso  amigo  imaginario.

 — ¡Ah! — dije yo— . Enton­  ¡Cuánto  trabajo!  Yo  no  tendría

 ces  no  lo  necesito,  porque  me   espacio  para  tanta  gente  en  mi

 tengo a mí.  dormitorio;  en  mi  cama  quepo


 16                               17
   8   9   10   11   12   13   14   15   16   17   18