Page 79 - La Casa de Bernarda Alba
P. 79

LA CASA DE BERNARDA ALBA

      BERNARDA:  ¡Segurísima!


      LA  PoNCIA:  A lo mejor de pronto cae un rayo. A lo mejor, de
      pronto, un golpe te para el corazón.

      BERNARDA:  Aquí no pasa nada. Y  a estoy alerta contra tus su­
      posiciones.

      LA PoNCIA: Pues mejor para ti.

      BERNARDA:  ¡No faltaba más!

      CRIADA: (Entrando). Ya terminé de fregar los platos. ¿Manda usted
      algo, Bernarda?

      BERNARDA:  (Levantándose). Nada. Voy a descansar.

      LA PoNCIA:  ¿A qué hora quieres que te llame?

      BERNARDA: A ninguna. Esta noche voy a dormir bien. (Se va).

      LA PONCIA: Cuando una no puede con el mal lo más fácil es volver
      las espaldas para no verlo.

      CRIADA:  Es tan orgullosa que ella misma se pone una venda en
      los ojos.

      LA PüNCIA: Yo no puedo hacer nada. Quise atajar las cosas, pero
      ya me  asustan demasiado.  ¿Tú ves este  silencio? Pues hay una
      tormenta en cada cuarto. El día que estallen nos barrerán a todas.
      Yo he dicho lo que tenía que decir.

      CRIADA:  Bernarda cree que nadie puede con ella y no sabe la
      fuerza que tiene un hombre entre mujeres solas.



                                               79
   74   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84