Page 89 - Historias de Cronopios y Famas
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Historia verídica
                    Historia con un oso blando












 A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen
             Mira tú esa bola de coaltar que rezuma estirándose
 un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se
         y creciendo por la juntura ventana de d s árboles. Más
 agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cues­  ?
         allá de los árboles hay un calvero y es ahi donde el coal­
 tan muy caro, pero descubre con asombro que por mila­
 gro no se le han roto.   tar medita y proyecta su  ingreso a la forma bola,  a  la
         forma bola y patas,  a  la forma  coaltar  pelos  patas  que
 .   Ahora este señor se siente profundamente agrade­  después el diccionario OSO.
 cido y comprende que lo ocurrido vale por una adver­
             Ahora  el  coaltar  bola  emerge  húmedo  y  blando
 tencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de
         sacudiéndose hormigas infinitas y redondas, las va tiran­
 óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almoha­
         do en cada huella que se ordena armoniosa a medida que
 dillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una
         camina. Es decir que  el  coaltar  proyecta una  pata  oso
 hora más tarde se le cae el estuche,  y al agacharse sin
         sobre las agujas de pino, hiende la tierra lisa y  l solt rse
 mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho  �  �
         marca una pantufla hecha jirones adelante y deJa nacien­
 polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los
         te un hormiguero múltiple y redondo, fragante de co l­
 designios de la Providencia son inescrutables y que en  _  �
         tar. Así a cada lado del camino, fundador de  1mp�nos
 realidad el milagro ha ocurrido ahora.
         simétricos  va la forma pelos patas aplicando una cons­
         trucción p�ra hormigas redondas que se sacude húmedo.
             Por fin sale el sol y el oso-blando alza una cara tran­
         sitada y pueril hacia el  gongo  de  miel  que vanamente
         ansía. El coaltar se pone a oler con vehemencia, la bola
         crece al nivel del  día,  pelos y patas solamente coaltar,
         pelos patas coaltar que musita un ruego y a � sba la r s­
                                                          �
         puesta, la profunda resonancia del gongo arnba, la miel
         del cielo en su lengua hocico, en su alegría pelos patas.


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