Page 88 - Historias de Cronopios y Famas
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Historia verídica
                                                                                      Historia con un oso blando












            A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen
                                                                                Mira tú esa bola de coaltar que rezuma estirándose
       un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se
                                                                           y creciendo por la juntura ventana de d s árboles. Más
       agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cues­                                                ?
                                                                           allá de los árboles hay un calvero y es ahi donde el coal­
       tan muy caro, pero descubre con asombro que por mila­
       gro no se le han roto.                                              tar medita y proyecta su  ingreso a la forma bola,  a  la
                                                                           forma bola y patas,  a  la forma  coaltar  pelos  patas  que
        .   Ahora este señor se siente profundamente agrade­               después el diccionario OSO.
       cido y comprende que lo ocurrido vale por una adver­
                                                                                Ahora  el  coaltar  bola  emerge  húmedo  y  blando
       tencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de
                                                                           sacudiéndose hormigas infinitas y redondas, las va tiran­
       óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almoha­
                                                                           do en cada huella que se ordena armoniosa a medida que
       dillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una
                                                                           camina. Es decir que  el  coaltar  proyecta una  pata  oso
      hora más tarde se le cae el estuche,  y al agacharse sin
                                                                           sobre las agujas de pino, hiende la tierra lisa y  l solt rse
      mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho                                                          �     �
                                                                           marca una pantufla hecha jirones adelante y deJa nacien­
      polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los
                                                                           te un hormiguero múltiple y redondo, fragante de co l­
      designios de la Providencia son inescrutables y que en                                                            _    �
                                                                           tar. Así a cada lado del camino, fundador de  1mp�nos
      realidad el milagro ha ocurrido ahora.
                                                                           simétricos  va la forma pelos patas aplicando una cons­
                                                                           trucción p�ra hormigas redondas que se sacude húmedo.
                                                                                Por fin sale el sol y el oso-blando alza una cara tran­
                                                                           sitada y pueril hacia el  gongo  de  miel  que vanamente
                                                                           ansía. El coaltar se pone a oler con vehemencia, la bola
                                                                           crece al nivel del  día,  pelos y patas solamente coaltar,
                                                                           pelos patas coaltar que musita un ruego y a � sba la r s­
                                                                                                                             �
                                                                           puesta, la profunda resonancia del gongo arnba, la miel
                                                                           del cielo en su lengua hocico, en su alegría pelos patas.


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