Page 134 - Historias de Cronopios y Famas
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Su fe en las ciencias carpincho miró hacia el lado opuesto, a consecuen ia de
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lo cual la esperanza y los demás concurrentes pu 1eron
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percatarse de que mientras el prim r de los carpm hos
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era evidentemente un ñato braqmcefalo, el otro nato
producía un cráneo mucho más apropiado para colgar
un sombrero que para encasquetárselo. Así fue como se
le disolvió el subgrupo, y del resto no hablemos porque
los demás sujetos habían pasado del mazagrán a la caña
quemada y en lo único que se parecían a esa altura de
U na esperanza creía en los tipos fisonómicos, tales las cosas' era en su firme voluntad de seguir bebiendo
como los ñatos, los de cara de pescado, los de gran toma a expensas de la esperanza.
de aire, los cetrinos y los cejudos, los de cara intelectual,
los de estilo peluquero, etc. Dispuesto a clasificar defini
tivamente estos grupos, empezó por hacer grandes listas
de conocidos y los dividió en los grupos citados más arri
ba. Tomó entonces el primer grupo, formado por ocho
ñatos, y vio con sorpresa que en realidad estos mucha
chos se subdividían en tres grupos, a saber: los ñatos
bigotudos, los ñatos tipo boxeador y los ñatos estilo
ordenanza de ministerio, compuestos respectivamente
por 3, 3 y 2 ñatos. Apenas los separó en sus nuevos gru
pos (en el Paulista de San Martín, donde los había reu
nido con un gran trabajo y no poco mazagrán bien frap
pé) se dio cuenta de que el primer subgrupo no era
parejo, porque dos de los ñatos bigotudos pertenecían al
grupo carpincho, mientras el restante era con toda segu
ridad un ñato de corte japonés. Haciéndolo a un lado
con ayuda de un buen sándwich de anchoa y huevo duro,
organizó el subgrupo de los dos carpinchos, y se dispo
nía a inscribirlo en su libreta de trabajos científicos
cuando uno de los carpinchos miró para un lado y el otro
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