Page 151 - Narraciones extraordinarias
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jo del escarabajo, no encontré papel, y, buscando en mis   -¡Ah! Precisamente en eso gira todo el misterio. Aun­
 bolsillos alguna carta vieja, mis dedos se toparon con el   que no he tenido mucha dificultad en resolverlo; mis pa­
 trozo de pergamino. Le explicaré a continuación todos los   sos se dirigían seguros hacia una solución certera. Razoné
 detalles que relacionan la extraña conexión entre un barco   de la siguiente manera: Cuando yo trazaba mi dibujo, no
 encallado y la imagen de una calavera en un pergamino   había el menor rasgo de calavera en el pergamino. Una
 viejo, que a mí me sorprendieron con una especial fuerza.   vez terminado, se lo entregué, y no lo perdí de vista hasta
 Sin duda alguna, usted me creyó un extravagante; pero   que usted me lo devolvió. No fue usted, por tanto, quien
 yo había establecido ya una especie de conexión. Acababa   había dibujado la calavera, ni allí había alguien que pudie­
 de unir dos eslabones de una gran cadena. Allí había un   ra hacerlo.
 barco que naufragó en la costa, y no lejos de aquel barco,   Recordé, entonces, con total exactitud todos los inci-
 un pergamino con una calavera pintada sobre él. Va usted,   dentes ocurridos en su visita. Hacía mucho frío (¡dichoso
 naturalmente, a preguntarme: ¿dónde está la relación? Le   accidente!), y  el fuego llameaba en la chimenea.  Usted
 responderé que la calavera es el emblema más conocido   había acercado su silla al fuego y, cuando se disponía a
 de los piratas. Como le digo, era un trozo de pergamino, y   examinar el dibujo, mi Terranova entró y saltó cariñosa­
 no de papel. Rara vez se utiliza un pergamino para escribir   mente a sus hombros. Mientras usted le acariciaba, dejó
 cuestiones sin importancia, ya que es mucho más difícil   en sus rodillas el pergamino, muy cerca del fuego. Hubo
 escribir sobre él que en el papel. Generalmente, se apunta   un instante en que creí que la llama iba a alcanzarlo, y me
 en ellos notas que desean conservarse por mucho tiempo.   disponía a decírselo; pero usted ya lo había cogido y exa­
 Esta reflexión me indujo a pensar en algún significado, en   minaba con atención. Una vez que consideré estos deta­
 algo que tenía relación con la calavera. Y, observando la   lles, no tuve duda de que el calor había hecho surgir a la
 forma del pergamino, noté que una de sus esquinas había   luz la calavera.  Usted sabe que siempre han existido pre­
 sido destruida; sin embargo, todas las demás hacían supo­  paraciones químicas que permiten escribir mensajes que
 ner que su forma original era oblonga. Tenía en mis manos   no son visibles hasta que no son sometidos al calor. Gene­
 un secreto milenario.   ralmente se utiliza el azufre disuelto en agua, que origina
 -Pero -le interrumpí- dice usted que la calavera no  una tinta verde; o el régulo de cobalto licuado en espíritu
 estaba sobre el pergamino cuando dibujó el insecto. ¿ Cómo,   de nitro, de cuya mezcla se obtiene una tinta rojiza. Estos
 entonces, establece una relación entre el barco y la calave­  colores desaparecen una vez que el material sobre el que
 ra?       se ha escrito se enfría, reapareciendo otra vez con el calor.


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