Page 32 - Romeo y Julieta
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WILLIAM SHAKESPE!\RE                                                             ROMEO Y JUL!ETA


               arrima a los muros. A los Montesco los pondré en la calle,         Sansón: Veremos si se atreven. Yo me chuparé el dedo:  a
               y a sus doncellas, en la vereda.                                   ve(si aguantan la ofensa.

               Gregorio:  La discordia es entre nuestros señores,  y entre        Abraham: Señor, ¿os chupáis por nosotros el dedo?
               nosotros, sus criados.                                             Sansón:  (Aparte a Gregario).  ¿Si decimos que sí,  estamos
               Sansón:  ¡Da lo mismo! Me portaré como un tirano; pri­             dentro de la ley?
               mero acabaré con los criados, y después con las doncellas:         Gregorio: (Aparte a Sansón). Desde luego que no.
               les robaré su flor.                                                Sansón: No, señor, no me chupo el dedo porque vosotros
               Gregorio: ¿Su flor?                                                pasáis, pero me lo chupo.
               Sansón: Sí, su doncellez. Dale a eso el sentido que quieras.       Gregorio: ¿Queréis pelea, señor?

               Gregorio: Serán ellas las que le deberán dar un sentido que        Abraham: ¿Pelea? No, señor mío.
               lo sientan.                                                        Sansón: Si la queréis, señor, aquí estoy a vuestras órdenes.

               Sansón: Ellas me sentirán mientras yo pueda tenerme en             Mi amo es tan bueno como el vuestro.
               pie. Todos saben que soy muy macho.                                Abraham: Pero mejor, imposible.
               Gregorio:  ¡Qué bueno que lo digas! Temía que a duras              Sansón: Está bien, señor.
               penas fueras una vaquilla. Saca tu espada, que aquí vienen
               dos criados de la casa de Montesco.                                Gregorio:  (Aparte  a Sansón).  Di que el nuestro es mejor,
               (Entran Abraham y Baltasar).                                       porque aquí se acerca un pariente de mi amo.
               Sansón: Lista la espada. Provócales; yo te cubriré las espaldas.   Sansón: Mejor es el nuestro, señor.
               Gregorio: ¿Qué? ¿Me darás la espalda y huirás?                     Abraham: ¡Mientes!

               Sansón: No temas.                                                  Sansón: ¡Desenvainad, si sois hombre! Gregario: no olvides
                                                                                  tu famosa estocada. (Pelean).
               Gregorio: ¿ Temerte yo a ti?                                       (Entra Benvolio).
               Sansón: Hagámoslo dentro de la ley. Deja que empiecen ellos.       Benvolio: ¡Envainad, estúpidos! Estáis peleando sin saber
               Gregorio:  Les haré una mueca cuando pasen. Veremos                por qué. (Intenta separarlos con su espada).
               cómo la toman.
                                                                                  (Entra Teobaldo).



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