Page 12 - Romeo y Julieta
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HÉCTOR NOGUERA                                                                           PRÓLOGO


              que mostrarían la situación y el lugar, y harían que sobraran las                             El reparto
              explicaciones. Se pueden suprimir también las continuas alu­             Habitualmente el reparto se hace al comenzar el trabajo.
              siones a la mitología que hace Mercucio. En nuestra época no          Pero creo recomendable, especialmente cuando se trata de un
              manejamos este aspecto como posiblemente ocurría en tiempos           grupo no profesional cuyo objetivo no es tanto el resultado
              de Shakespeare. Ahora se nos hacen pesadas e incomprensibles          final como una experiencia formativa, no determinarlo hasta
              y no contribuyen a la acción. Pese a esto no se puede dejar de        haber cumplido las etapas antes señaladas. Esto en beneficio
              lado la inmensa riqueza poética del texto.                            de una mayor participación del grupo (si cada uno sabe su
                                                                                    personaje de antemano, no se interesará tanto en la totalidad
                                  La puesta en escena                               del trabajo como en lo que sólo a él le toca hacer) y en una
                 El teatro se escribe para ser representado.  Es sobre el           mejor elección por parte del profesor-director-guía. A éste,
              escenario, con los actores dando vida a la acción damática,           las etapas anteriores le servirán para darse cuenta de quién
              recreando mimética mente el tiempo y el espacio convencio­             es más adecuado para tal o cual papel, según la comprensión
              nal de la obra, proyectándose hacia un público, cuando se              que cada uno vaya mostrando de determinado personaje y
              completa el fenómeno teatral.                                          las características personales de cada uno.
                                                                                        Una vez determinado el reparto,  debe procederse con
                 La percepción de una obra leída es fundamentalmente distinta
              a la de una obra representada. Cada puesta en escena hace              éste a una nueva lectura, con los cortes a la obra ya hechos.
              confluir sus diferentes elementos (luz, escenografía, vestuario,       (La lectura anterior pudo haber sido realizada por el director
              actuación, sonido), combinándolos para destacar situaciones            o por un reparto provisorio). Esta lectura dará a todos una
              ideas centrales, temas, atmósferas, que tanto el director com�         impresión más rica y cercana de la obra, ya que se han incor­
              la totalidad del grupo consideran más relevantes en la obra y          porado los datos obtenidos en su análisis y los comentarios.
              que constituyen, en suma, su particular interpretación de ella.        Esta impresión deberá ser comentada y el director aprovechará
              Por esto, la misma obra llevada a escena por otro grupo tendrá         de hacer correcciones de lo que le parezca que no ha sido
              características muy distintas y será recibida y comprendida de         bien comprendido por los actores. En una siguiente lectura,
              distinta manera por los espectadores. El texto, entonces, no es        el director puede interrumpirla cada vez que lo estime nece­
              más que una base, siendo la representación lo propiamente              sario para corregir intenciones que no reflejen lo acordado y
              teatral. Esta reflejará no sólo el mundo del autor, sino la propia     descubierto hasta ese momento.
              y particular visión del mundo del grupo que está en escena.




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