Page 63 - Quique Hache Detective
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Se decide por este último.  Una hora después,   Rolo,  confundido,  mira  su  reloj  suponiendo
 se  acerca  al  lugar  del  lanzamiento del  trans­  que para el lanzamiento falta una hora. En ese
 bordador  Challenger, pero no le permiten pa­  momento se da cuenta de su error: se ha olvi­
 sar más allá de donde están los periodistas y   dado de ajustar su  reloj que conserva la hora
 curiosos.  Rolo  engaña a los guardias hacién­  de  Santiago  de  Chile,  una  hora  menos  que
 dose  pasar  por  un  médico  importante  de  la   Florida.  Rolo  intenta  avisar  a  la  tripulación,
 NASA  que  debe  controlar  la  temperatura  de   pero el compartimento donde se encuentra, en
 los  astronautas.  Entra al recinto cerrado dis­  el  sector de la carga,  queda  cerrado.  Escucha
 puesto a hablar directamente con la tripula­  desde  la  cabina  las  voces  de  los  astronautas
 ción  y  así  evitar  el  despegue,  pero  sólo   que hacen los últimos arreglos. Rolo se deses­
 encuentra  a  ingenieros  y  empleados  de  la   pera,  quiere  avisar  que  no  pueden despegar,
 NASA, que corren  nerviosos de un lado para   menos con él a bordo. Se da cuenta al final de
 otro  preparándolo todo.  Después de bajar y   que es él el único responsable del desastre del
 subir  pisos  comprueba  que  le  quedan pocas   Challenger que trató de evitar.  En el momen­
 horas para evitar el desastre. Entonces, decide   to que la nave despega, segundos antes de la
 que la única solución posible es introducirse   explosión,  el  tío  Jorge,  desde  Santiago  en
 en la nave espacial y descomponerla para que   1998, lo vuelve al presente.
 así sea imposible el vuelo.  Logra llegar al silo   -Hola -escuché lejano.
 del lanzamiento y, en un descuido, se escabu­  Desperté en el banco del andén de la
 lle hacia el interior de la nave,  junto a otros   estación de trenes de Santa Familia con olor a
 técnicos que también visten de blanco.  Finge:   aceite  quemado,  a  pasado.  Frente  a  mí  vi  a
 arreglar  un  cablecito  por  aquí,  una  palanc:n   Charo con una sonrisa de tren, la que corres­
 por allá,  pero en realidad no tiene idea de lo   pondía porque estábamos en una estación.
 que está haciendo. Cuando cree que ha dejn  ·
 do  inservible la nave, decide salir y avisar ck

 los desarreglos.  En ese momento escucha vo
 ces y ve cómo  se cierra la escotilla principa 1.
 Los tripulantes del Challenger están en la naw.



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