Page 14 - Alicia en el país de las maravillas
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iCuánto desearía salir de aquel sitio oscuro para pasear­  tenido de un frasco que dijera "veneno" era casi seguro que,
                 se en medio de esas lindas flores y junto a las frescas fuentes!   tarde o temprano, le sucedería algo desagradable.
                 Pero ni siquiera podía pasar la cabeza a través de la puerta.   Sin embargo, esta botella no decía "veneno", así es que
                    "lQué sacaré con lograr pasar la cabeza si no me caben    Alicia se aventuró a probarlo y, encontrándolo muy a ada­
                                                                                                                               gr
                 los hombros? -pensó la pobre Alicia-. iQué no daría yo       ble (tenía desde luego una mezcla del gusto de una torta de
                 por poder plegarme igual que un telescopio! Creo que podría   fresas con piña, pavo asado, crema, galletas y tostadas con
                 hacerlo si sólo supiera cómo empezar" ...                   mantequilla), lo consumió entero.
                    Por lo que ustedes ven, a Alicia le estaban pasando cosas
                 tan extraordinarias, que ya no podía considerar nada imposi­                            *
                 ble.
                    Parecía inútil seguir esperando junto a la pequeña puer­     "iQué sensación tan extraña! -dijo Alicia-. Debo és­
                 ta, así es que volvió hasta la mesa con la lejana esperanza de   tar cerrándome como un te!escopio."
                 poder encontrar otra llave o, al menos, un libro que contu­     Así  era,  en  realidad.  Ahora  sólo  tenía  unos  quince
                 viera las reglas para que la gente se pudiese doblar como los   centímetros de alto y su rostro se iluminó con la alegría de
                 telescopios. Esta vez descubrió un pequeño frasco ("que cier­  pensar que ya podía atravesar la puerta y entrar al lindo
                 tamente _no estaba allí antes", pensó Alicia), que tenía col­  jardín. Sin embargo, esperó primero durante unos cuantos
                 gando del cuello una etiqueta con la siguiente palabra, escrita   minutos para ver si seguiría achicándose, idea que la ponía
                 con unas grandes y hermosas letras impresas: "BÉBEME".      un poco nerviosa, porque "ya es suficiente, y si sigo así pare­
                    Estaba muy bien aquello de decir "Bébeme" pero la pru­   ceré una vela", pensó.
                 dente Alicia no iba a hacer eso precipitadamente.               Después de un momento, viendo que nada más le pasa­
                    "No, miraré primero -se dijo -, y veré si en alguna par­  ba, decidió ir al jardín de una vez, pero, desgraciadamente pa­
                 te dice veneno."                                            ra la pobre Alicia, descubrió, al llegar a la puerta, que había
                    Alicia tomaba esas precauciones porque conocía por sus   olvid�do la llavecita de oro sobre la mesa y que ahora no era
                 libros de cuentos muchas lindas historias respecto a niños que   posible alcanzarla. A través del cristal la veía perfectamente:
                 se habían quemado, que habían sido devorados por bestias    trató de trepar por una de las patas de la mesa, pero era de­
                 salvajes y que les habían acontecido otras cosas desagrada­  masiado resbalosa. Después de inútiles ensayos, sintiéndose
                 bles nada más que por no recordar las sencillas cosas que sus   muy cansada, se sentó en el suelo y lloró amargamente.
                 amigos les habían enseñado, tales como que un hierro calen­     "iVamos, no tiene objeto llorar así! ..:.se dijo Alicia, casi
                 tado al rojo quema si se le coge con la mano, y que el dedo   con enojo -. Lo mejor es que me deje de lágrimas."
                 sangra si se le corta muy profundamente con un cuchillo. Ella   Generalmente se daba a sí misma muy buenos consejos
                 nunca había olvidado eso ni tampoco que si se bebía el con-  (aunque muy rara vez los seguía) y a veces se reprendía tan


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