Page 96 - El vampiro vegetariano
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vampira cogió el pu.gar de Lucía, se lo llevó a la                       quiera  que  intente  hacerte  daño,  sea  mortal  o
            boca y lo chupó durante unos segundos.                                   vampiro, tendrá que vérselas con el tío Ludolfo.

               —Gracias  -dijo  luego-,  ahora  ya  me  puedo                          Dicho esto, entró solemnemente en su ataúd y
            volver a dormir tranquila, con el dulce sabor de tu                     cerró la tapa.

            sangre  en  mis  labios...  ¿Quieres  jugar  con  mi                       Lucarda, aún sujetándose la mano herida, había
            muñeca  mientras  duermo?  -añadió  dándosela  a                        presenciado    toda   la  escena  sin  moverse    ni  decir

            Lucía. Luego se metió en el ataúd y cerró la tapa.                      palabra. Camila se volvió hacia él y le dijo:
               —Qué  niña  tan  encantadora  -dijo  Ludolfo  con                       —Ya     ves  que   no  todos   los  vampiros    somos

            una  sonrisa  que  puso  al  descubierto  sus  largos                   monstruos, y para que acabes de convencerte, voy
            colmillos-. Y ya que te has pinchado el dedo, ¿no                       a dejarte ir, siempre que jures por la sangre de los
            me darías a mí también una go- tita...?
                                                                                    Drácula que no nos molestarás ni revelarás a nadie
               —¡Ludolfo! -lo cortó bruscamente Camila; pero                        nuestro escondite.
            Lucía se acercó a él, le ofreció el pulgar y dijo:

               —No me importa, si no chupa mucho...                                    —Lo    juro  -dijo  Lucarda-.  Por  la  sangre   de  los
                                                                                    Drácula.   Me   había   equivocado    con  respecto   a  ti.
               El vampiro se llevó a la boca el dedo de la niña
            corno si fuera a besar la mano de una gran dama,                        Lo siento.
                                                                                       —Bueno,     después    de  todo   me   has  hecho    un
            lamió delicadamente la gota de sangre que brillaba
                                                                                    favor siguiéndonos hasta aquí -dijo Camila con su
            en la yema y dijo:
                                                                                    encantadora     sonrisa-,  pues  así  puedes  acompañar
               —Con  eso  basta.  No  se  trata  de  alimentarse,
                                                                                    tú  a  Lucía   a  su   casa.  Yo  estoy   tan  cansada...
            sino de tener el sabor en la boca mientras llega el
                                                                                    Puedes ir tranquila con él -bromeó dirigiéndose a
            sueño...  Gracias,  pequeña,  eres  muy  valiente  y
                                                                                    la niña-, es el terror de los vampiros.
            muy generosa. De ahora en adelante, cual
                                                                                       Dicho esto, la besó en la frente y se metió en su

                                                                                    ataúd.






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