Page 56 - Zana y Orejón
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Se encarc;1maron sobre los restos                          en un silencio interminable ... Solo




          de aquel árbol para mirar si los                             la respiración de Zana y Orejón, que


          seguían. No bien se habían subido                           apenas se lograban sostener sobre el







          sobre él, cuando el tronco se                               tronco,  rompía aquella magia inex,


          estremeció  como si co_brara vida,                          plicable,  donde todo lo que sucedía

          penetrando velozmente en el río.                            estaba cubierto por un manto de si,
               comenza      río                                       lencio.
          abajo, dando  tumbos, sosteniénd ,                             Se  encontraron  con  cascadas  de


                                                   ?





     54   se el uno con el otro para  no caer                         aguas negras y atravesaron lagunas             55








          a un río que cada  vez  se hacía  más                       que sobre aquel paisaje completa,




          torrentoso.                                                 mente blanco, relucían como si fue,

             Navegaron durante mucho tiem,                            ran lágrimas de aquel cielo inmen,


          po. El río cambiaba continuamente,                          samente gris.
          llevándolos por lugares donde se le,                           Poco a poco, el río se calmó y  se

          vantaban enormes rocas negras que                           hizo ancho y brillante. Se deslizaron

          se alzaban formando laberintos, para                        suavemente hasta llegar  a un lugar



          luego penetrar en espacios donde se                         donde el río parecía  llegar  a su fin,

          hacía ancho y en cuyas orillas, sobre                       allí había una  nube  detenida sobre


          una tierra sin col"ar, árboles muertos ·                    la superficie,  suavemente  el tronco


          formaban un paisaje de otro mundo,                         penetró en aquella nube.
          con sus ramas y troncos blancos que                           Envueltos en una neblina azul,




          parecían brazos y manos extendidos                         poco a poco comenzaron a vislum,


          hacia el cielo, recordando lo que una                      brar un nuevo espacio. Al otro lado



          vez fue un bosque lleno de vida.                           de la niebla  se abría  un océano in,

               levantaban olas que los lanza,                        móvil, como un gran espejo de agua
          ban de un extremo a otro del río. El                       que reflejaba un cielo azul metálico,

           tronco se estremecía al chocar con                        un  mar  cubierto  por  un  cielo  sin






           ro as y peñascos que iba encontran,                       estrellas, sobre el cual siguieron  su

           do -n su camino, pero todo sucedía                        VlaJe.
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