Page 44 - Papelucho - 3° - Julio
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esto y me voy a dormir con mi linterna prendida, aunque se gaste la
pila.
Abril 25
Ayer no pude escribir porque me pasó una desgracia. Resulta que al
dar un salto maravilloso, me quebré la pierna. Ni siquiera supe lo que
pasó, pero después, cuando desperté adolorido en la cama, me contaron
que me desvanecí y que vino la ambulancia y me operaron y todo.
Recién me contaron esto, me dio por llorar porque creía que mi
pierna quebrada ya no era mía, es decir, que ya no la tenía.
Pero después me convencí que estaba pegada y además que me
dolía tanto y me tranquilicé. Todos me quieren mucho y mi papá me
compró el equipo de scout que ya ni lo necesitaba. Pero ahora tengo
ganas de mejorarme y hacer excursiones.
Me acuerdo mucho de Arturo Prat, porque los dos pegamos el salto
muy confiados y los dos no supimos más al otro lado. Sólo que él se
murió y yo no. Pero todavía me podría morir, porque si se me complica
el asunto de la pierna, hay esperanzas. Pero no quiero morirme sin ir a
la nieve con mi traje de scout y mi cantimplora que es de aluminio
verdadero, que es un metal muy fino.
Al principio, cuando sonaba el teléfono, mi mamá contestaba con
voz triste: "Ahí está el pobrecito. Sí, muy doloroso. Lo menos para un
mes. Ha sido muy valiente. Dile a X que venga a acompañarlo. Gracias.
Cariños a todos" y cortaba. Ahora no contesta más que: "Está mucho
mejor, gracias. No fue gran cosa. Se entretiene lo más bien solito. Hasta
luego". A mí me da bastante rabia porque ella no sabe lo que es
quebrarse una pierna ni lo que cuesta entretenerse "solito".
Abril 26
Mi mamá amaneció hoy muy cariñosa y me trajo un libro de regalo.
Me moría de ganas de leerlo, pero ella dijo que me iba a acompañar
todo el día así es que lo dejé a un lado y le miraba los dibujos. Entonces
mi mamá trajo el teléfono que tiene cordón largo y llamó a 18 partes.
Yo me puse a leer con todo disimulo, porque esa compañía no me
entretenía mucho. Después salió a comprarme dulces y volvió con un
gran paquete y yo creí que eran merengues rellenos, pero resultó que
eran camotillos, que me revientan. Cuando ella salió del cuarto, yo
aproveché para esconder tres adentro de la cama. Pero ella volvió luego
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