Page 6 - ¡Ay, cuánto me quiero!
P. 6

Mi profesora es entretenida

          y  simpática  y  siempre  me  pone
          buenas  notas.  Ella  también  fue


          niña  hace  mucho  tiempo.  Me
          imagino  cuántas  cosas  estudió


          en el colegio y después en la uni­
          versidad. Y todo para enseñarme

          a mí.  ¡Qué orgullosa debe estar!

                  Después de clases y los fines

          de  semana,  juego  en  mi  pieza  o

          en mi jardín. Me subo a mi árbol

          y me siento sobre una de mis ra­

          mas.  Es  verdad  que  las  ramas  le

          salieron  al  árbol,  pero  son  mías                              el jardín y también el árbol y por

          igual, porque están en mi jardín.                                  supuesto la rama.  Lógico.

          O  sea,  en  el jardín  de  mi  casa...                                   Sentado  en mi rama ensayo

          bueno,  la  casa  es  de  mis  papás,                              mis discursos de agradecimiento,

          pero  como  yo  soy  de  ellos,  en­                               para cuando me entreguen todos

           tonces también la casa es mía... y                                mis premios, mis diplomas y mis


                                  1 0                                                                1 1
   1   2   3   4   5   6   7   8   9   10   11