Page 52 - ¡Ay, cuánto me quiero!
P. 52

Para        que        sean        unos                     por  el  jardín.  Después  de  todo

          monstruos  expertos,  esa  niña                                    ese  ejercicio,  deben  haber  que­

          les  enseñó  a  darse  vueltas  de                                 dado  muy  cansados.  Nosotros

          carnero, los hizo hacer una ron­                                   también de tanto jugar.

          da y más tarde los puso a correr                                          — Buenas noches — me dijo.



                                  56                                                                 57
   47   48   49   50   51   52   53   54   55   56   57