Page 55 - ¡Ay, cuánto me quiero!
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— Buenas  noches.  Hasta   Fui  corriendo  y


 mañana — le dije yo.  cuando  llegué
 — Mañana  podemos  invi­  a la puerta,

 tar más niñas y niños — dijo esa   paré. Me di

 niña.    cuenta que en

 — ¡Qué  buena  idea!  — dije   todo  este  tiem-

 yo— .  Yo  les  puedo  enseñar  a   po  no  se  me

 jugar fútbol y tú les puedes ense­  había  ocurrido  preguntarle  su

 ñar a domar  a  los  monstruos,  si   nombre,  a esa niña.  Entonces  le

 es que tienen.  grité:

 — ¡Sí,   qué  entretenido!   — ¡Se  me olvidó preguntar­

 — me  contestó— .  A  las  niñas  y  te cómo te llamas!

 niños  los  ponemos  en  nuestro   Ella  estaba  a  punto  de

 equipo  y  a  sus  mons­  entrar a su propia casa.  Por suer­

 truos  los  metemos  al   te alcanzó a oírme.

 circo.          — ¡Yo  tampoco  sé  cómo  te

 Entonces escuché   llamas tú! — me respondió.

 que  mi  mamá   — ¡Bueno,  pero  dime  tú

 me  llamaba.  primero!


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