Page 57 - ¡Ay, cuánto me quiero!
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— ¡Mañana te cuento! ¡Bue­  Subí saltando  los  escalones.

 nas noches!  Me  acosté  feliz,  pensando  en  lo

 ¿Qué  es  eso  de  «mañana te   bien que lo habíamos pasado. Ya

 cuento»?  Esa  niña  se  estaba  po­  tenía ganas  de ver  a esa  niña de

 niendo muy misteriosa. Yo le iba   nuevo. Así, cada vez que estemos

 a  decir  mi  nombre,  pero  justo   juntos,  vamos  a  ser  mejores

 ella sonrió,  se  despidió  movien­  amigos. También pensé en cómo

 do  el  brazo  y  entró  a  su  propia   serían  los  nuevos  amigos  que

 casa. Me quedé pensando. Voy a   tendríamos mañana.

 tratar  de  adivinarlo  y  así  le  doy   «Esos  serán  amigos  verda­

 una  sorpresa.  Entonces  mi  ma­  deros.  Tan  verdaderos  como  esa

 má  me  tomó  de  la  mano  y  me   niña y yo»,  pensé.

 llevó adentro. Me hizo cariño en   Después  me  quedé  dormi­

 la frente y me dio un beso.  do.

 — ¿Quieres  algo  para  co­  Esa niña y yo somos amigos

 mer? — me preguntó.  reales.

 — No, gracias, mamá. Quie­  ¡Ay,  cuánto  me  sigo  que­

 ro  dormirme  pronto  para  des­  riendo!

 pertar temprano.


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