Page 38 - ¡Ay, cuánto me quiero!
P. 38
— ¡Por supuesto que no eres puedes ser mi amigo si quieres y
imaginario! ¡Eres real! ¡Mi amigo yo puedo ser tu amiga.
real! — ¿Y tú quieres ser mi ami
Esa niña es igual de inteli ga? — le pregunté nervioso.
gente que su mamá, porque — ¡Sí, por favor! ¡Me encan
supo que yo soy de la realeza, taría! — me dijo muy contenta.
que soy un rey. Yo también estaba conten
De nuevo pensé otro rato to. Estaba feliz y contento por
más y le dije: que esa niña prefería estar
— Hay un problema, por conmigo que con su amigo ima
que yo ya soy amigo mío. ginario, con el mío que le regalé
— Eso está bien — me dijo y con los monstruos.
esa niña— . Puedes ser amigo — Yo quiero ser tu amigo.
tuyo y tam bién ser am igo ¿Puedo?
mío. — Sí, puedes — me contestó.
— ¿En verdad? — le pre
gunté, porque no se me había
ocurrido esa posibilidad.
— ¡Claro! — dijo— . Tú
42 43