Page 98 - La Casa de Bernarda Alba
P. 98

FEDERICO GARCÍA LORCA


         YERMA: ¿Te has dado cuenta de ello?

         MARÍA: Naturalmente.

         YERMA:  (Con curiosidad). ¿Y qué sientes?

         MARÍA: No sé. (Pausa). Angustia.

         YERMA: ( Agarrada a ella). Angustia. Pero ... ¿cuándo llegó? Dime ...
         Tú estabas descuidada ...
         MARÍA: Sí, descuidada.


         YERMA: Estarías cantando, ¿verdad? Yo canto. ¿Tú?..., dime.
         MARÍA: No me preguntes. ¿No has tenido nunca un pájaro vivo
         apretado en la mano?


         YERMA: Sí.
         MARÍA: Pues lo mismo ... , pero por dentro de la sangre.

         YERMA:  ¡Qué hermosura!  (La mira extraviada).

         MARÍA: Estoy aturdida. No sé nada.

         YERMA: ¿De qué?

         MARÍA: De lo que tengo que hacer. Le preguntaré a mi madre.

         YERMA: ¿Para qué? Ya está vieja y habrá olvidado estas cosas. No
         andes mucho y, cuando respires, respira tan suave como si tuvieras
         una rosa entre los dientes.

         MARÍA: Oye, dicen que más adelante te empuja suavemente con
         las piernecitas.


                      98
   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103