Page 70 - La Casa de Bernarda Alba
P. 70

FEDERICO GARCÍA LORCA


         BERNARDA:  Hace bien.

         PRUDENCIA: No sé qué te diga. Yo sufro por esto.

         BERNARDA:  Una hija que desobedece deja de ser hija para con­
         vertirse en una enemiga.


         PRUDENCIA:  Yo dejo que el agua corra. No me queda más consuelo
         que refugiarme en la iglesia; pero como estoy quedando sin vista tendré
         que dejar de venir para que no jueguen con una los chiquillos.
         ( Se oye un gran golpe dado en los muros).
          ¿Qué es eso?

         BERNARDA:  El  caballo garañón que está encerrado  y  da coces
         contra el muro. (A voces). ¡Trabadlo y que salga al corral! (En voz
         baja). Debe tener calor.

         PRUDENCIA:  ¿Vais a echarle las potras nuevas?

         BERNARDA: Al amanecer.

         PRUDENCIA:  Has sabido acrecentar tu ganado.


         BERNARDA: A fuerza de dinero y sinsabores.

         LA PoNCIA: (Interrumpiendo). Pero tiene la mejor manada de estos
         contornos. Es una lástima que esté bajo de precio.

         BERNARDA:  ¿Quieres un poco de queso y miel?

         PRUDENCIA: Estoy desganada.
         ( Se oye otra vez el golpe).




                       70
   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75