Page 105 - La Casa de Bernarda Alba
P. 105
YERlv!A
YERMA: ¿Por qué? Con mi marido no hablo de otra cosa.
VIEJA: Oye. ¿A ti te gusta tu marido?
YERMA: ¿Cómo?
VIEJA: ¿Que si lo quieres? ¿Si deseas estar con él? ...
YERMA: No sé.
VIEJA: ¿No tiemblas cuando se acerca a ti? ¿No te da así como un
sueño cuando acerca sus labios? Dime.
YERMA: No. No lo he sentido nunca.
VIEJA: ¿Nunca? ¿Ni cuando has bailado?
YERMA: (Recordando). Quizá ... Una vez ... Víctor ...
VIEJA: Sigue.
YERMA: Me cogió de la cintura y no pude decirle nada porque no
podía hablar. Otra vez, el mismo Víctor, teniendo yo catorce años
( él era un zagalón), me cogió en sus brazos para saltar una acequia
y me entró un temblor que me sonaron los dientes. Pero es qu�
yo he sido vergonzosa.
VIEJA: ¿Y con tu marido?
YERMA: Mi marido es otra cosa. Me lo dio mi padre y yo lo acepté.
Con alegría. Esta es la pura verdad. Pues el primer día que me puse
novia con él ya pensé ... en los hijos. Y me miraba en sus ojos. Sí,
pero era para verme muy chica, muy manejable, como si yo misma
fuera hija mía.
105