Page 110 - Historias de Cronopios y Famas
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Costumbres de los famas














                                                                               Sucedió que un fama bailaba tregua y bailaba cata­
                                                                           la delante de un almacén lleno de cronopios y esperan­
                                                                           zas. Las más irritadas eran las esperanzas porque buscan
                                                                           siempre  que  los  famas no  bailen  tregua ni catala sino
                                                                           espera, que es el baile que conocen los cronopios y las
                                                                           esperanzas.
                                                                               Los  famas  se  sitúan  a  propósito  delante  de  los
                                                                           almacenes,  y esta vez el  fama bailaba tregua y bailaba
                                                                           catala para molestar a las esperanzas. Una de las espe­
                                                                           ranzas  dejó  en  el  suelo  su  pez  de  flauta  -pues  las
                                                                           esperanzas, como el Rey del Mar, están siempre asisti­
                                                                           das por  peces  de flauta- y salió  a  imprecar al  fama,
                                                                           diciéndole así:
                                                                               -Fama, no bailes tregua ni catala delante de este
                                                                           almacén.
                                                                               El fama seguía bailando y se reía.
                                                                               La esperanza llamó a otras esperanzas, y los crono­
                                                                           píos formaron corro para ver lo que pasaría.
                                                                               -Fama -dijeron las esperanzas-. No bailes tre­
                                                                           gua ni catala delante de este almacén.
                                                                               Pero el fama bailaba y se reía, para menoscabar a las
                                                                           esperanzas.


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