Page 227 - Hamlet
P. 227

GERTRUDIS.- ¡Desgraciada! ¿Veis esto, señor?

                       OFELIA.-  Blancos paños te vestían
                   como la nieve del monte
                   y al sepulcro le conducen,
                   cubierto de bellas flores,
                   que en tierno llanto de amor
                   se humedecieron entonces.

                       CLAUDIO.- ¿Cómo estás, graciosa niña?

                       OFELIA.- Buena, Dios os lo pague... Dicen que la lechuza fue antes una doncella, hija
                  de un panadero. ¡Ah! Sabemos lo que somos ahora; pero no lo que podemos ser. Dios
                  vendrá a visitaros.

                       CLAUDIO.- Alusión a su padre.

                       OFELIA.- Pero no, no hablemos más en esto, y si os preguntan lo que significa decid:

                                         De San Valentino
                   la fiesta es mañana:
                   yo, niña amorosa,
                   al toque del alba
                   iré a que me veas
                   desde tu ventana,
                   para que la suerte
                   dichosa me caiga.
                   Despierta el mancebo,
                   se viste de gala
                   y abriendo las puertas
                   entró la muchacha,
                   que viniendo virgen,
                   volvió desflorada.

                       CLAUDIO.- ¡Graciosa Ofelia!

                       OFELIA.- Sí, voy a acabar; sin jurarlo, os prometo que la voy a concluir.

                                          ¡Ay! ¡Mísera! ¡Cielos!
                   ¡Torpeza villana!
                   ¿Qué galán desprecia
                   ventura tan alta?
                   Pues todos son falsos,
                   le dice indignada.
                   Antes que en tus brazos
                   me mirase incauta,
   222   223   224   225   226   227   228   229   230   231   232