Page 203 - Hamlet
P. 203
GUILLERMO.- Señor, ¿permitiréis que os diga una palabra?
HAMLET.- Y una historia entera.
GUILLERMO.- El Rey...
HAMLET.- Muy bien, ¿qué le sucede?
GUILLERMO.- Se ha retirado a su cuarto con mucha destemplanza.
HAMLET.- De vino. ¿Eh?
GUILLERMO.- No señor, de cólera.
HAMLET.- Pero, ¿no sería más acertado írselo a contar al médico? ¿No veis que si yo
me meto en hacerle purgar ese humor bilioso, puede ser que le aumente?
GUILLERMO.- ¡Oh! Señor, dad algún sentido a lo que habláis, sin desentenderos con
tales extravagancias de lo que os vengo a decir.
HAMLET.- Estamos de acuerdo. Prosigue, pues.
GUILLERMO.- La Reina vuestra madre, llena de la mayor aflicción, me envía a
buscaros.
HAMLET.- Seáis muy bien venido.
GUILLERMO.- Esos cumplimientos no tienen nada de sinceridad. Si queréis darme una
respuesta sensata, desempeñaré el encargo de la Reina; si no, con pediros perdón y
retirarme se acabó todo.
HAMLET.- Pues, señor, no puedo.
GUILLERMO.- ¿Cómo?
HAMLET.- Me pides una respuesta sensata y mi razón está un poco achacosa; no
obstante, responderé del modo que pueda a cuanto me mandes, o por mejor decir, a lo que
mi madre me manda. Con que nada hay que añadir en esto. Vamos al caso. Tú has dicho
que mi madre...
RICARDO.- Señor, lo que dice es que vuestra conducta la ha llenado de sorpresa y
admiración.