Page 153 - Hamlet
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HAMLET.- ¿Y fijaba la vista en vosotros?
HORACIO.- Constantemente.
HAMLET.- Yo hubiera querido hallarme allí.
HORACIO.- Mucho pavor os hubiera causado.
HAMLET.- Sí, es verdad, sí... ¿Y permaneció mucho tiempo?
HORACIO.- El que puede emplearse en contar desde uno hasta ciento, con moderada
diligencia.
MARCELO.- Más, más estuvo.
HORACIO.- Cuando yo le vi, no.
HAMLET.- La barba blanca, ¿eh?
HORACIO.- Sí, señor, como yo se la había visto cuando vivía; de un color ceniciento.
HAMLET.- Quiero ir esta noche con vosotros al puesto, por si acaso vuelve.
HORACIO.- ¡Oh! Sí volverá, yo os lo aseguro.
HAMLET.- Si él se me presenta en la figura de mi noble padre yo le hablaré aunque el
infierno mismo abriendo sus entrañas me impusiera silencio. Yo os pido a todos que así
como hasta ahora habéis callado a los demás, lo que visteis, de hoy en adelante lo ocultéis
con el mayor sigilo; y sea cual fuere el suceso de esta noche, fiadlo al pensamiento, pero no
a la lengua; y yo sabré remunerar vuestro celo. Dios os guarde, amigos. Entre once y doce
iré a buscaros a la muralla.
TODOS.- Nuestra obligación es serviros.
HAMLET.- Sí, conservadme vuestro amor y estad seguros del mío. Adiós. El espíritu de
mi padre... Con armas... No es esto bueno. Recelo alguna maldad. ¡Oh! ¡Si la noche hubiese
ya llegado! Esperémosla tranquilamente, alma mía. Las malas acciones, aunque toda la
tierra las oculte, se descubren al fin a la vista humana.
Escena VII