Page 126 - Hamlet
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siniestra intención y espere de vuestro ánimo generoso el olvido de mis desaciertos.
Disparaba el arpón sobre los muros de ese edificio, y por error herí a mi hermano.
LAERTES.- Mi corazón, cuyos impulsos naturales eran los primeros a pedirme en este
caso venganza, queda satisfecho. Mi honra no me permite pasar adelante ni admitir
reconciliación alguna; hasta que examinado el hecho por ancianos y virtuosos árbitros, se
declare que mi pundonor está sin mancilla. Mientras llega este caso, admito con afecto
recíproco el que me anunciáis, y os prometo de no ofenderle.
HAMLET.- Yo recibo con sincera gratitud ese ofrecimiento, y en cuanto a la batalla que
va a comenzarse, lidiaré con vos como si mi competidor fuese mi hermano... Vamos.
Dadnos floretes.
LAERTES.- Sí, vamos.. Uno a mí.
HAMLET.- La victoria no os será difícil, vuestra habilidad lucirá sobre mi ignorancia,
como una estrella resplandeciente entre las tinieblas de la noche.
LAERTES.- No os burléis, señor.
HAMLET.- No, no me burlo.
CLAUDIO.- Dales floretes, joven Enrique. Hamlet, ya sabes cuales son las condiciones.
HAMLET.- Sí, señor, y en verdad que habéis apostado por el más débil.
CLAUDIO.- No temo perder. Yo os he visto ya esgrimir a entrambos y aunque él haya
adelantado después; por eso mismo, el premio es mayor a favor nuestro.
LAERTES.- Este es muy pesado. Dejadme ver otro.
HAMLET.- Este me parece bueno... ¿Son todos iguales?
ENRIQUE.- Sí señor.
CLAUDIO.- Cubrid esta mesa de copas, llenas de vino. Si Hamlet da la primera o
segunda estocada, o en la tercera suerte da un quite al contrario, disparen toda la artillería
de las almenas. El Rey beberá a la salud de Hamlet echando en la copa una perla más
preciosa que la que han usado en su corona los cuatro últimos soberanos daneses. Traed las
copas, y el timbal diga a las trompetas, las trompetas al artillero distante, los cañones al
cielo, y el cielo a la tierra; ahora brinda el Rey de Dinamarca a la salud de Hamlet...
Comenzad, y vosotros que habéis de juzgarlos, observad atentos.
HAMLET.- Vamos.
LAERTES.- Vamos señor.