Page 64 - El vampiro vegetariano
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ta de que Camila nunca había usado la palabra —¡Claro que los tenía manchados de sangre! -
«vampiro» ni había dado a entender claramente exclamó él-. ¡De mi propia sangre! Tu amiga
que Lucarda lo fuera. De modo que respondió: Camila me dio un puñetazo que casi me salta los
—No, no me lo ha dicho ella. Pero hay mu- dientes. Mira.
chos datos que lo delatan. Lucarda se levantó el labio superior. Efec-
—¿Ah, sí? ¿Cuáles? tivamente, lo tenía cortado y tumefacto.
—Al señor Oliva le han estado chupando la —Puede haberse hecho eso luego para disi-
sangre. Usted es muy pálido, no come y tiene en mular -objetó la niña.
su casa un baúl que parece un ataúd. Y se coló —¿Ah, sí? Pues mira esto.
por el balcón en el cuarto de Camila. Lucarda sacó un crucifijo del bolsillo de su
Y su nombre es un anagrama de Drácula. chaqueta, se lo mostró a Lucía y luego lo besó. L
—Eres muy lista -admitió él con una mueca —A lo mejor es un vampiro judío, o musulmán, y
parecida a una sonrisa. la cruz no significa nada para usted -conjeturó
Lucía estuvo a punto de decirle que lo del
anagrama lo había descubierto Tomás, para no ella.
atribuirse méritos ajenos, pero prefirió no im- —Vaya, no hay manera de convencerte... Bien,
plicarlo, por si acaso. y si soy un vampiro, ¿por qué me dejó ir Camila?
—-No es que yo sea muy lista -replicó-. Es Podría haberme destruido mientras estaba
que usted va dando el cante. inconsciente en el suelo, i, —Puede que se
—Efectivamente, soy un Drácula -reconoció escápara. Los vampiros son muy fuertes y tienen
Lucarda-, descendiente por línea directa del muchos recursos.
mismísimo Vlad Tepes el Empalador. Pero no —Si me hubiera escapado, ella te habría ad-
soy un vampiro. vertido.
—Anoche tenía los labios manchados de Lucía reflexionó unos instantes y se dio cuenta
sangre -dijo Lucía con tono acusador. de que había algo que no encajaba. Desconfiaba
de Lucarda, pero tampoco sabía muy
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