Page 29 - El vampiro vegetariano
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un   príncipe   rumano    del  siglo  XV   famoso    por  su
 De  modo  que  bajaron  a  casa  de  Lucía,  que  le
 pidió la novela a su madre.   crueldad,  llamado  Vlad  Tepes,  que  luchó  contra  los

 —No  es  una  novela  para  niños  -dijo  ella-.  No   turcos  y  disfrutaba  torturando  a  sus  prisionero».  Era

 creo que os guste.   tan  malvado  que  le  pusieron  el  sobrenombre  de
 —Ya no somos niños -replicó Tomás-, somos casi   «Drákul», que significaba «hijo del diablo».

 preadolescentes.   En  la  novela,  de  casi  cuatrocientas  páginas,  habla
 —Pues  tampoco  creo  que  sea  adecuada  para   muchos  trozos de «rollo»,  como  llamaba Tomás a  las

 «casi preadolescentes» -insistió la madre de Lucía.   largas  descripciones  en  las  que  no  pasaba  nada,  y  el
 —Acabamos  de  ver  la  peli  y  queremos  leer   niño insistía en que se los •altaran en busca de acción.

 algunos trozos para ver si coincide con la novela  -  De  este  modo,  saltando  de  susto  en  susto,  lograron
 explicó la niña.   terminar la novela, y también la caja de galletas.

 —Está bien, está bien; pero esta noche no quiero   Se enteraron, así, de que no bastaba con clavarles a

 insomnios  ni  pesadillas  escandalosas  -advirtió  la   los vampiros una estaca en el corazón, aino que luego
 madre, dicho lo cual buscó la novela en una de las   había  que  cortarles  la  cabeza.  También  descubrieron

 estanterías del salón y se la dio.   que  la  película  que  acababan  de  ver  era  bastante
 Los  niños  se  fueron  a  leer  a  la  habitación  de   distinta  de  la  novela.  Por  ejemplo,  en  la  película

 Lucía,  no  sin  antes  pasar  por  la  cocina  para  coger   mataban al conde Drácula en Londres, mientras que en

 una caja de galletas. Se tumbaron en la alfombra con   la novela eI vampiro volvía a su castillo de Transilva-
 el  libro  entre  ambos  y  las  galletas  al  alcance  de  la
      lliu, y el profesor Van Helsing (experto vam- pirólogo)i
 mano, y empezaron a leer.
      y sus amigos tenían que perseguirlo allí».
 Por el prólogo se enteraron de que Bram Stoker,

 el autor de  Drácula, se había inspirado para escribir
 su novela en un personaje real:






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