Page 38 - El Superzorro
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            ¡Hondo,  hondo,  hasta  llegar  al  in­                           orgullosa de su marido:

            fierno, si hace falta!                                                     -Niños,  quiero  que  sepan
                    El túnel crecía y crecía ... ha­                          que si no llega a ser por su padre, es­

            cia abajo. Crecía gracias al trabajo de                           to  no  lo  contamos ...  Ahora  saben
            zapa de todos los zorros. Zapa, zapa,                             por qué le llaman don Superzorro.
            zapa ... las patas de los zorros se mo­                                   Don Zorro miraba a su espo­
            vían  a  tal  velocidad  que  casi  no  se                        sa con una gran sonrisa. Porque cada

            veían. Y así fue disminuyendo el rui­                             vez que su mujer le decía estas cosas
            do  de  las  palas  kraj...  kraj...  kraj ...                    a él se le caía la baba.

            cada vez más lejos ...
                    Después de una hora, el señor
            don Zorro se paró.

                    -¡Alto ya! -mandó, y todos
            se detuvieron. Miraron hacia arriba,
            y vieron el largo túnel que habían ex­

            cavado.  No  se oía  ningún  ruido-.
            ¡Lo  conseguimos!  -exclamó  don
            Zorro-.

                    ¡Los  hemos  burlado!  ¡Jamás
            podrán cavar tan hondo con sus pa­
            las! ¡Buen trabajo, muchachos!

                    La señora zorra se sentía muy
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