Page 21 - Zana y Orejón
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Las lechugas hablaban con la voz corriendo, tropezando con las dos
más aflautada que nunca, señalando lechugas, que se habían quedado
el límite entre el bosque y la huerta. tan quietas como podían, pues esa
La papa buscaba entre las som� es la forma como las lechugas creen
bras, mirando con todos sus ojos que es la mejor manera de escon�
en la dirección que indicaban las derse.
lechugas. Orejón la vio. Se detuvo brusca�
-¿Qué pasa? -volvió a pre� mente.
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guntar Zana, sin que nadie le diera -¡ Una zanahoria corredora!
una respuesta ... tan solo la hacían -exclamó levantando sus dos largas
callar . . . orejas.
-Shisssst, puede ser un conejo, Zana corría en todas direcciones,
un conejo -respondieron, a la vez, sin saber dónde meterse.
las dos lechugas. -¡Un conejo! ¡Un conejo! ¡Un
Zana perdió sus colores. Ella no conej ooo ! -repetía buscando un
sabía nada de estrellas, ni de maripo� escondite.
sas, pero sabía que un conejo es un Orejón no esperó más y se lanzó
conejo y que ella era una zanahoria. a toda carrera tras esa zanahoria que
Zana miraba en todas direcciones se internaba en el bosque dando
y respiraba cortito. La papa la había brincos.
tomado de la mano y trataba de cal� Orejón pasó, a toda velocidad,
marla ... muy cerca de las lechugas. Las le�
-Tranquila, muchacha, no veo chugas creen, hasta el día de hoy,
nada ... Puede ser que sea ... -pero que lo que las salvó del conejo fue
la papa no alcanzó a terminar de haber seguido su viejo truco le�
hablar, cuando desde los matorrales chugoso de la quietud total, pero
apareció un conejo. la verdad es que a Orejón, en ese
-¡UN CONEJO! -gritó Zana, momento, poco le importaron dos
soltó la mano de su amiga y salió lechugas tiesas de miedo, porque