Page 20 - Zana y Orejón
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Las lechugas hablaban con la voz                        corriendo,  tropezando  con  las  dos
            más aflautada que nunca, señalando                         lechugas,  que  se  habían  quedado
            el límite entre el bosque y la huerta.                     tan quietas como podían,  pues esa
               La  papa  buscaba  entre  las  som�                     es la forma como las lechugas creen
            bras,  mirando  con  todos  sus  ojos                      que es  la mejor manera de escon�

            en  la  dirección  que  indicaban  las                     derse.
            lechugas.                                                     Orejón la vio. Se detuvo brusca�
               -¿Qué  pasa?  -volvió  a  pre�                          mente.
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            guntar Zana,  sin que nadie le diera                          -¡  Una  zanahoria  corredora!
            una respuesta  ... tan solo la hacían                      -exclamó levantando sus dos largas
            callar  . . .                                              orejas.
               -Shisssst,  puede  ser  un conejo,                         Zana corría en todas direcciones,

            un conejo -respondieron, a la vez,                         sin saber dónde meterse.
            las dos lechugas.                                             -¡Un conejo!  ¡Un conejo!  ¡Un
               Zana  perdió  sus  colores. Ella  no                    conej  ooo  !  -repetía  buscando  un
            sabía nada de estrellas, ni de maripo�                     escondite.
             sas, pero sabía que un conejo es un                          Orejón no esperó más y  se lanzó
            conejo y que ella era una zanahoria.                       a toda carrera tras esa zanahoria que

                Zana miraba en todas direcciones                       se  internaba  en  el  bosque  dando
             y respiraba cortito. La papa la había                     brincos.
             tomado de la mano y trataba de cal�                          Orejón  pasó,  a  toda  velocidad,
             marla  ...                                                muy  cerca de  las lechugas. Las le�
                -Tranquila,  muchacha,  no  veo                        chugas creen,  hasta  el día de hoy,
             nada  ... Puede ser que sea  ... -pero                    que lo que las salvó del conejo fue
             la  papa  no  alcanzó  a  terminar  de                    haber  seguido  su  viejo  truco  le�

             hablar, cuando desde los matorrales                       chugoso  de  la  quietud  total,  pero
             apareció un conejo.                                       la verdad es que a Orejón,  en  ese
                -¡UN  CONEJO!  -gritó Zana,                            momento,  poco le  importaron  dos
             soltó  la mano  de  su amiga  y  salió                    lechugas  tiesas  de  miedo,  porque
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